El tema que les tenemos preparado hoy está basado en hechos completamente reales, ocurridos durante los que denominaremos los Rodajes Malditos.
Históricamente, se repiten los casos en los cuales las películas que incursionan en mundos desconocidos, en temas diabólicos y en hechos fantasmales, terminan con desgracias, accidentes y hasta con la locura o muerte de sus participantes, ya sean actores, directores o personal del equipo de filmación.
A lo largo de la historia del cine hay películas que pueden considerarse “malditas”, ya que se han producido en la filmación casos de poltergeist, objetos que se rompen o caen inexplicablemente, decorados que cambian de lugar o aparecen alterados al momento de compaginar las escenas y otros hechos aún más graves, como las que afectan a las personas.
Uno de los casos más famosos es el del actor Bela Lugosi, quien fue el que más veces interpretó a Drácula y cuyo trabajo se recuerda por muchos como el mejor en la gran cantidad de representaciones que se han hecho de este personaje sanguinario, diabólico e inmortal creado por Brack Stoker. Lugosi fue tan influenciado por su personaje de vampiro humano que terminó siendo una ruina. Dormía en un ataúd y no salía nunca a la luz del día; incluso hay quienes afirman que pagaba fortunas a quienes le conseguían sangre humana para beber.
La película “El bebé de Rosemary” que tuvo como protagonista a Mia Farrow y fue dirigida por Roman Polanski en 1968, cuenta la historia de una mujer embarazada acosada por una secta diabólica de la que forma parte su propio esposo. La joven da a luz a un hijo del diablo.
Uno de los actores de esta película, Anton La Vey fundó lo que llamó “La iglesia de Satán” en la cual participaron con el tiempo muchas personas vinculadas con el mundo del cine. La actriz Jayne Mansfield murió después de ser maldecida por practicar incorrectamente un ritual dentro de una iglesia. Pero el hecho más notorio y sangriento relacionado con este film fue el que le ocurrió a la mismísima esposa del director Polansky.
La actriz Sharon Tate estaba embarazada cuando fue atacada en su residencia por el llamado “Clan Mason” y asesinada en un ritual, donde con la sangre de las víctimas se escribieron en las paredes consignas satánicas. Tanto Mason, como sus seguidores dijeron recibir órdenes de su dios diabólico, para ejecutar a la mujer del director que de allí en más declinó notoriamente.
Para completar la relación con lo diabólico, recordemos que algunas escenas del film “El bebé de Rosemary” se realizaron en el edifico Dakota, en el centro de Nueva York; donde años antes había vivido el genio del cine de terror, el actor Boris Karloff, de quien se dice que en su departamento del edificio Dakota hacía pactos con el diablo. Este edifico siempre fue considerado maldito y por eso fue recomendado a Polansky para lograr un clima satánico en su rodaje. Por último, recordemos que a las puertas del edificio Dakota fue asesinado uno de los grandes defensores de la paz, John Lennon, y que su asesino dijo haber recibido “órdenes mentales” del mismísimo demonio.
Menos de un año después del asesinato de su esposa, Roman Polanski comenzó la filmación de Macbeth, la obra más sangrienta de William Shakespeare, en la que de alguna manera exorcizó sus propios demonios al existir muchas similitudes entre el guión y el asesinato de su esposa cometido por los Manson. Las escenas en las que Lady McBeth se quita la sangre de sus víctimas, por ejemplo, hace referencia directa a las declaraciones de los Manson en las que dijeron que se trataron de lavar las manos y quitar la sangre de sus víctimas.
Otro de los films que incursionó en el tema satánico y que aún hoy es considerado un clásico del género es “El exorcista” dirigido por William Friedkin. Una parte de la película cuenta como en una excavación arqueológica en un desierto indeterminado de oriente, se desentierra una imagen del demonio Pazuzu, el que al ser llevado a occidente desencadena la tragedia. La escena se rodó en unos parajes desérticos de Oriente Medio y allí murieron inexplicablemente cuatro trabajadores contratados para la filmación, además de contratiempos y extrañas situaciones que obligaron a reducir el tiempo de filmación en el lugar y regresar antes de lo previsto.
Jack McGowen terminaba de envolver su parte de la cinta que acababa de filmar cuando murió súbitamente de un ataque cardiaco. Y también el actor que interpreta al hombre al que Regan dice que morirá en la cinta, murió tras un extraño accidente en el set.
En el rodaje en el zoológico, se filmaron escenas con leones que luego fueron eliminadas, porque Donner decidió no incluirlas. Esa misma noche, dos leones (quizás alguien dejó la jaula abierta por error) se escaparon y despedazaron al vigilante.
Una vez finalizado el rodaje de "La profecía" tuvieron que hacer un aterrizaje de emergencia en Terranova debido a la formación de un tifón; llevaban a bordo el negativo de la película…. Pensaron que nunca saldrían con vida de aquel avión.
Antes de comenzar a rodar un teólogo le dijo a Mace Neufel (productor), que si conseguían acabar el rodaje, al finalizar todos creerían en la existencia del demonio, muchos han reconocido que tenía razón (pese a no ser creyentes la mayoría del equipo) y todos han coincidido en que durante ese rodaje, se notaba un "aura de no ser bienvenido), como si alguien no quisiera que ese filme viera la luz…
Y por si no escarmentaron, se hizo un remake de este filme en 2006 dirigido por John Moore y estrenado el 6 de junio de ese mismo año, y que también sufrió su cuota de sucesos extraños, esta vez sin muertes que lamentar. Por ejemplo, el protagonista de la historia, Liev Schreiber, realizó varias de sus secuencias de acción, incluso la escena en que debe defenderse de una jauría de perros enloquecidos, donde el temor en el rostro del actor fue real. "La idea era que el perro me mordiera el brazo, el cual estaría protegido por unos cojines, y ver como se veía a cámara", relata Schreiber. Pero en la práctica, el perro continuó tirando del brazo del actor mucho mas allá de lo que se esperaba. La fuerza del cuerpo del perro contra Schreiber, quien estaba de espaldas a una reja de hierro, no solo le sacó el aire, sino que también le astilló una costilla.
Un día, el Supervisor de Efectos Especiales, Matt Johnson, estaba midiendo una toma especial, la cual llevaba a una parvada de cuervos. La medición de su aparato arrojó un número tétrico: el 666. Johnson volvió a examinar su aparato, ya que anteriormente no había tenido esa lectura.
Durante una escena de lucha, Schreiber pateó a Farrow en su rostro de manera accidental, mientras ella lo sujetaba por la pierna. A pesar del accidente (no fue herida Farrow) la cámara siguió tomando registro y gustó tanto a Moore, que decidió imprimir la toma. Desafortunadamente, no podremos ser testigos de esto por una falla técnica, cuyo origen se desconoce.
Durante la filmación de una escena donde Thron levanta el teléfono para hablar con otro personaje, una de las luces sobre el set explotó, mientras la cámara seguía grabando. De no haber sido por la pantalla de seda que difunde la luz y que estaba justo debajo de la lámpara, los cristales rotos hubiesen caído sobre el equipo técnico y el 6 de octubre casi la mitad del elenco y la producción estuvieron afectados con una leve pero misteriosa forma de envenenamiento por alimentos. La comida luego fue analizada, pero no se encontraron bacterias.
Se apunta como el momento más tenebroso del rodaje, cuando el fotógrafo de cámara fija, Vince Valiatutti, reveló una serie de fotografías de Pete Postlethwaite como el Padre Brennan, que salieron impresas con una imagen de movimiento borrosa que descendía como una especie de jabalina. Valitutti y el resto del equipo de filmación de inmediato trazaron paralelismos con la historia, ya que en la ficción se toman unas fotografías similares del padre Brennan, con los mismos movimientos borrosos, que adelantan un final terrible para el personaje.
La película española “El día de la bestia” cuenta la historia de un sacerdote, que acompañado por un conductor televisivo y un heavy metal; buscan al Anticristo que ha nacido en Madrid, abordando el tema con cierto humor y con escenas de terror. La dirección estuvo a cargo de Álex de la Iglesia.
Pero el desafío más grande hacía el infra-mundo fue cuando se realizó en la película la invocación al demonio, utilizando paso a paso el ritual auténtico, utilizando el Pentáculo y los signos grabados con un cuchillo.El director, dice que casi esperaban que apareciera Satanás y agrega: ”Tal vez efectivamente apareció entre nosotros y no nos dimos cuenta”.
Otra cinta maldita fue Poltergeist, rodada por Tobe Hopper en 1982 y cuenta en su haber muchísimos hechos trágicos. El mismo año de su realización Dominique Dunne fue asesinada por su novio y en 1988 Heather O’Rourke murió de una larga enfermedad que los médicos no pudieron diagnosticar y que lo llevó a sufrimientos extremos y a afirmar en muchas ocasiones que “los del más allá” lo acosaban.
Por último, recordemos el caso de Brandon Lee, la última (hasta ahora) de las víctimas de estas extrañas maldiciones que tienen como protagonistas a quienes en el cine se internan en otros mundos dimensionales.
Brandon Lee, era hijo del célebre y recordado Bruce Lee, el pionero de las películas de artes marciales, creador de un estilo propio de lucha y aceptable actor de la famosa serie “El avispón verde”, como también protagonista de éxitos como “Operación Dragón” y tantos más, que compartió incluso con figuras hoy conocidas como Chuck Norris, que en ese momento recién empezaban a recorrer el camino del cine.
Ya de por sí la muerte de Bruce Lee sigue teniendo aristas inexplicables y a eso se agrega ahora la muerte de su hijo.Brandon Lee se encontraba filmando “El cuervo”, una película que cuenta la historia de un justiciero que regresa de la muerte para vengarse de sus asesinos. En una de las escenas el joven actor es apuntado con una pistola y se le dispara.
La pistola que -por supuesto- debía estar cargada con balas de salva, inexplicablemente fue cargada con balas verdaderas, lo que llevó a Lee a una muerte casi instantánea.Las investigaciones no dieron ninguna pista que llevara a determinar quien cargó con balas de verdad la pistola y no faltan los que le atribuyen al mismísimo Satanás el hecho.
También están los que aseguran haber visto el espíritu de Brandon Lee rondando los lugares de filmación; tal vez, como en la ficción de la película “El cuervo”; a decidido volver de la muerte para vengarse de su asesino.
Se decia también que el set de "El Cuervo" estaba maldito, porque ocurrieron muchos accidentes. Un carpintero se quemó severamente después de que la grúa en la que estaba subido tocó cables de alta tensión; un escultor que trabajó en el set manejaba su auto y chocó en el taller de escenografía, causando daños severos y otro miembro del staff se resbaló y se encajó un destornillador por su mano, además e un extraño incendio de un camión lleno de equipo… ¿coincidencia?
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