Monday, October 29, 2007

Curiosidades Fílmicas - Los Rodajes Malditos

El tema que les tenemos preparado hoy está basado en hechos completamente reales, ocurridos durante los que denominaremos los Rodajes Malditos.

Históricamente, se repiten los casos en los cuales las películas que incursionan en mundos desconocidos, en temas diabólicos y en hechos fantasmales, terminan con desgracias, accidentes y hasta con la locura o muerte de sus participantes, ya sean actores, directores o personal del equipo de filmación.

A lo largo de la historia del cine hay películas que pueden considerarse “malditas”, ya que se han producido en la filmación casos de poltergeist, objetos que se rompen o caen inexplicablemente, decorados que cambian de lugar o aparecen alterados al momento de compaginar las escenas y otros hechos aún más graves, como las que afectan a las personas.

Uno de los casos más famosos es el del actor Bela Lugosi, quien fue el que más veces interpretó a Drácula y cuyo trabajo se recuerda por muchos como el mejor en la gran cantidad de representaciones que se han hecho de este personaje sanguinario, diabólico e inmortal creado por Brack Stoker. Lugosi fue tan influenciado por su personaje de vampiro humano que terminó siendo una ruina. Dormía en un ataúd y no salía nunca a la luz del día; incluso hay quienes afirman que pagaba fortunas a quienes le conseguían sangre humana para beber.

La película “El bebé de Rosemary” que tuvo como protagonista a Mia Farrow y fue dirigida por Roman Polanski en 1968, cuenta la historia de una mujer embarazada acosada por una secta diabólica de la que forma parte su propio esposo. La joven da a luz a un hijo del diablo.

Uno de los actores de esta película, Anton La Vey fundó lo que llamó “La iglesia de Satán” en la cual participaron con el tiempo muchas personas vinculadas con el mundo del cine. La actriz Jayne Mansfield murió después de ser maldecida por practicar incorrectamente un ritual dentro de una iglesia. Pero el hecho más notorio y sangriento relacionado con este film fue el que le ocurrió a la mismísima esposa del director Polansky.

La actriz Sharon Tate estaba embarazada cuando fue atacada en su residencia por el llamado “Clan Mason” y asesinada en un ritual, donde con la sangre de las víctimas se escribieron en las paredes consignas satánicas. Tanto Mason, como sus seguidores dijeron recibir órdenes de su dios diabólico, para ejecutar a la mujer del director que de allí en más declinó notoriamente.

Para completar la relación con lo diabólico, recordemos que algunas escenas del film “El bebé de Rosemary” se realizaron en el edifico Dakota, en el centro de Nueva York; donde años antes había vivido el genio del cine de terror, el actor Boris Karloff, de quien se dice que en su departamento del edificio Dakota hacía pactos con el diablo. Este edifico siempre fue considerado maldito y por eso fue recomendado a Polansky para lograr un clima satánico en su rodaje. Por último, recordemos que a las puertas del edificio Dakota fue asesinado uno de los grandes defensores de la paz, John Lennon, y que su asesino dijo haber recibido “órdenes mentales” del mismísimo demonio.

Menos de un año después del asesinato de su esposa, Roman Polanski comenzó la filmación de Macbeth, la obra más sangrienta de William Shakespeare, en la que de alguna manera exorcizó sus propios demonios al existir muchas similitudes entre el guión y el asesinato de su esposa cometido por los Manson. Las escenas en las que Lady McBeth se quita la sangre de sus víctimas, por ejemplo, hace referencia directa a las declaraciones de los Manson en las que dijeron que se trataron de lavar las manos y quitar la sangre de sus víctimas.

Otro de los films que incursionó en el tema satánico y que aún hoy es considerado un clásico del género es “El exorcista” dirigido por William Friedkin. Una parte de la película cuenta como en una excavación arqueológica en un desierto indeterminado de oriente, se desentierra una imagen del demonio Pazuzu, el que al ser llevado a occidente desencadena la tragedia. La escena se rodó en unos parajes desérticos de Oriente Medio y allí murieron inexplicablemente cuatro trabajadores contratados para la filmación, además de contratiempos y extrañas situaciones que obligaron a reducir el tiempo de filmación en el lugar y regresar antes de lo previsto.

Jack McGowen terminaba de envolver su parte de la cinta que acababa de filmar cuando murió súbitamente de un ataque cardiaco. Y también el actor que interpreta al hombre al que Regan dice que morirá en la cinta, murió tras un extraño accidente en el set.

El abuelo de la protagonista, la actriz Linda Blair, y el hermano del protagonista, Max Von Sydow, fallecieron al poco de comenzar a rodar, marcando trágicamente a los actores. Pasadas unas semanas Jason Miller, que interpreta al padre Carras, casi pierde a su hijo en un accidente de moto.

Hubo por otro lado una serie de extraños incidentes, como metros de película filmada que desaparecieron, una figura del demonio que de camino a Irak se perdió y apareció misteriosamente en Hong Kong, entre otros.

Un guardia nocturno del set, y un miembro del staff que refrigeraban el cuarto usado en las escenas del exorcismo, además del bebé recién nacido de un camarógrafo, son parte también de las muertes inexplicables ligadas a la cinta.

En 1977 a los 18 años, Linda Blair fue arrestada por posesión de drogas, desde entonces confesó que su experiencia en la cinta la marcó para siempre, haciendo que se volviera adicta a las drogas y resuelta a no tener hijos nunca.

Existieron también conductas raras y de pánico por parte del elenco y el equipo de filmación, durante el rodaje. Las entrevistas y detrás de cámaras de los que participaron en la cinta dijeron que el filmarla fue una experiencia bastante macabra. Otro suceso inexplicable es que un decorado se incendió una noche en la que nadie estaba ahí y el misterio aún continúa, pues no se encontró la causa del incendio.

Jack McGowran, quien interpretaba a Burke Dennings, falleció días después de filmar su muerte en la película. Pero los hechos siguieron ocurriendo a lo largo de toda la filmación y aún persistieron en las películas siguientes: “El exorcista II” y “El exorcista III”. Durante la filmación el director recibió amenazas de distintos grupos de adoradores de Satán y la protagonista Linda Blair sufrió un intento de asesinato que se trató de ocultar.

Tras el estreno de la adaptación teatral de la película en el Theatre Comedy de Londres en 1975, la actriz protagonista, Mary Ure, falleció en extrañas circunstancias aquella misma noche. Se especula con el suicidio, pues había consumido un cóctel de whisky y barbitúricos.

Vasiliki Maliaros, que hace de la madre del Padre Karras, falleció el 9 de febrero de 1973 en Nueva York a los 89 años por causas naturales, semanas antes del estreno de la cinta.

Existieron también sucesos extraños en las proyecciones de la cinta. Estaban llenos de gente vomitando, desmayándose y teniendo ataques de histeria, El Exorcista ha probado ser la cinta que ha tenido la reacción más extraña del público de todos los tiempos y por alguna extraña razón, las tasas de mortandad del área que rodea a Georgetown, pueblito donde se filmó la mayor parte de la misma, subieron después de que la cinta fue estrenada.

Numerosos ataques cardiacos ocurrieron en las premieres de la cinta por todo el mundo. Incluso un rayo destruyó una cruz de más de 400 años de antigüedad, justo durante la première Italiana en el Teatro Metropolitano en Roma.

Además de eso, hubieron casos de disturbios psicológicos entre los espectadores de la cinta, entre ellos el más “famoso” fan de las cintas del Exorcista, el asesino en serie gay Jeffrey Dahmer. Estaba obsesionado particularmente con la cinta The Exorcist III, viendola una y otra vez antes de matar a sus víctimas. De hecho estaba viéndola cuando la policía finalmente lo arrestó ¿Cómo ven? ¿Así o más loco?

Y terminando con el ciclo de muertes relacionadas a la cinta el actor Jason Miller (Padre Karras) falleció poco tiempo antes del re-estreno en el 2001 de un ataque al corazón y el director de Exorcist: The Beginning John Frankenheimer, quien falleció unos días antes de que comenzara el rodaje.

Otra cinta que se considera dentro de la categoría de los rodajes malditos: se trata de La profecía del año 1976, en la que nos narran la historia de un embajador norteamericano que descubre que su hijo es el mismísimo anticristo. El abordar este tema tan controversial trajo consigo “graves consecuencias y extrañas coincidencias” durante su rodaje y a su elenco. Por ejemplo Gregory Peck (Robert Thorn), viajaba en un vuelo directo a Los Ángeles cuando su avión fue alcanzado por un rayo; David Stelzer (escritor y guionista) tomó el mismo vuelo tres días después y también fue alcanzado por un rayo…. Ambos iban a unirse al inicio del rodaje.

Harvey Bernard (productor) llevaba en coche a Richard Donner a su casa, cuando aparcó y éste se bajó, otro coche "apareció de la nada", cerrando de golpe la puerta del auto del productor, Richard Donner casi pierde una pierna.

Un día todo el equipo se reunió para comer, terminada la comida se dirigían todos hacia la estación de metro de Green Park, cuando esta estalló debido a un atentado del IRA, el ejército de liberación irlandés. Otro suceso fue el de Fletaron un avión para rodar en tierra con él. Les pidieron que rodaran al día siguiente ya que lo necesitaban para un vuelo charter (si lo hacían el alquiler sería gratuito) y no pusieron objeción. Al despegar el avión, este chocó con una bandada de pájaros, se pararon lo motores, perdió velocidad, se estrelló al borde de la pista, siguió por la calle y golpeó a un coche. Murieron todos los ocupantes del avión y los viajeros del coche… casualmente eran la mujer y los 2 hijos del piloto.

En el rodaje en el zoológico, se filmaron escenas con leones que luego fueron eliminadas, porque Donner decidió no incluirlas. Esa misma noche, dos leones (quizás alguien dejó la jaula abierta por error) se escaparon y despedazaron al vigilante.

John Richardson (efectos especiales) viajaba con su novia en coche por Holanda y tuvieron un choque frontal en el que la chica murió decapitada. En el cartel contra el que se estrellaron se leía: "Ommen 66,6 Kilómetros", el título de la profecía en inglés es The Omen y Richardson fue el que ideó la escena de la decapitación del personaje del fotógrafo (David Warren)….

Una vez finalizado el rodaje de "La profecía" tuvieron que hacer un aterrizaje de emergencia en Terranova debido a la formación de un tifón; llevaban a bordo el negativo de la película…. Pensaron que nunca saldrían con vida de aquel avión.

Antes de comenzar a rodar un teólogo le dijo a Mace Neufel (productor), que si conseguían acabar el rodaje, al finalizar todos creerían en la existencia del demonio, muchos han reconocido que tenía razón (pese a no ser creyentes la mayoría del equipo) y todos han coincidido en que durante ese rodaje, se notaba un "aura de no ser bienvenido), como si alguien no quisiera que ese filme viera la luz…

Y por si no escarmentaron, se hizo un remake de este filme en 2006 dirigido por John Moore y estrenado el 6 de junio de ese mismo año, y que también sufrió su cuota de sucesos extraños, esta vez sin muertes que lamentar. Por ejemplo, el protagonista de la historia, Liev Schreiber, realizó varias de sus secuencias de acción, incluso la escena en que debe defenderse de una jauría de perros enloquecidos, donde el temor en el rostro del actor fue real. "La idea era que el perro me mordiera el brazo, el cual estaría protegido por unos cojines, y ver como se veía a cámara", relata Schreiber. Pero en la práctica, el perro continuó tirando del brazo del actor mucho mas allá de lo que se esperaba. La fuerza del cuerpo del perro contra Schreiber, quien estaba de espaldas a una reja de hierro, no solo le sacó el aire, sino que también le astilló una costilla.

Un día, el Supervisor de Efectos Especiales, Matt Johnson, estaba midiendo una toma especial, la cual llevaba a una parvada de cuervos. La medición de su aparato arrojó un número tétrico: el 666. Johnson volvió a examinar su aparato, ya que anteriormente no había tenido esa lectura.

Durante una escena de lucha, Schreiber pateó a Farrow en su rostro de manera accidental, mientras ella lo sujetaba por la pierna. A pesar del accidente (no fue herida Farrow) la cámara siguió tomando registro y gustó tanto a Moore, que decidió imprimir la toma. Desafortunadamente, no podremos ser testigos de esto por una falla técnica, cuyo origen se desconoce.

Durante la filmación de una escena donde Thron levanta el teléfono para hablar con otro personaje, una de las luces sobre el set explotó, mientras la cámara seguía grabando. De no haber sido por la pantalla de seda que difunde la luz y que estaba justo debajo de la lámpara, los cristales rotos hubiesen caído sobre el equipo técnico y el 6 de octubre casi la mitad del elenco y la producción estuvieron afectados con una leve pero misteriosa forma de envenenamiento por alimentos. La comida luego fue analizada, pero no se encontraron bacterias.

Se apunta como el momento más tenebroso del rodaje, cuando el fotógrafo de cámara fija, Vince Valiatutti, reveló una serie de fotografías de Pete Postlethwaite como el Padre Brennan, que salieron impresas con una imagen de movimiento borrosa que descendía como una especie de jabalina. Valitutti y el resto del equipo de filmación de inmediato trazaron paralelismos con la historia, ya que en la ficción se toman unas fotografías similares del padre Brennan, con los mismos movimientos borrosos, que adelantan un final terrible para el personaje.

La película española “El día de la bestia” cuenta la historia de un sacerdote, que acompañado por un conductor televisivo y un heavy metal; buscan al Anticristo que ha nacido en Madrid, abordando el tema con cierto humor y con escenas de terror. La dirección estuvo a cargo de Álex de la Iglesia.

En esta película, como en todas las que se sumergen en el mundo satánico, no han faltado los detalles escalofriantes: Los vidrios explotaban inexplicablemente, uno de los técnicos sufrió un accidente automovilístico durante el rodaje, uno de los encargados del doblaje quedó atrapado abajo de una enorme cruz ubicada en el interior de una iglesia, las máscaras africanas que servían de decorado en algunas tomas, se caían inexplicablemente y en algunas escenas aparecieron torcidas.


Una cama que se uso en el film fue adquirida por una las mujeres de la producción, quien se tuvo que deshacer de ella rápidamente, debido a las continuas y diabólicas pesadillas que sufría.

Pero el desafío más grande hacía el infra-mundo fue cuando se realizó en la película la invocación al demonio, utilizando paso a paso el ritual auténtico, utilizando el Pentáculo y los signos grabados con un cuchillo.El director, dice que casi esperaban que apareciera Satanás y agrega: ”Tal vez efectivamente apareció entre nosotros y no nos dimos cuenta”.

Otra cinta maldita fue Poltergeist, rodada por Tobe Hopper en 1982 y cuenta en su haber muchísimos hechos trágicos. El mismo año de su realización Dominique Dunne fue asesinada por su novio y en 1988 Heather O’Rourke murió de una larga enfermedad que los médicos no pudieron diagnosticar y que lo llevó a sufrimientos extremos y a afirmar en muchas ocasiones que “los del más allá” lo acosaban.

Además de esta muerte, muchos sucesos extraños se dieron durante la filmación como incendios, piezas del set que se perdían o un ambiente de nerviosismo que se contagiaba a toda la producción.

Brian Gibson, no obstante las advertencias de una supuesta maldición, filmó una segunda parte en 1986. Tras finalizarse las últimas tomas dos actores del elenco murieron repentinamente, Julian Beck (el maléfico sacerdote), de una desconocida afección estomacal y Will Sampson (curandero) de un cáncer muy agresivo.

Años más tarde al terminarse la tercera parte de Poltergeist, en 1988, Heather O’Rourke, la niña protagonista de todas la películas de la saga, se levanta un día aquejada de dolores en el estómago. Muere horas después en el hospital, el diagnóstico fue una estenosis intestinal. Tenía solo 12 años. Fue enterrada en el mismo cementerio que Dominique Dunne, muy cerca de su tumba. Poltergeist III está dedicada a ella.

Otra cinta que camina por los senderos de la muerte es el film dirigido por Wes Craven en 1987, “La serpiente y el arco iris” basado en el libro del mismo título de Wade Davis, un especialista en etnobotánica de la Universidad de Harvard, que viaja a Haití para investigar dos casos certificados de zombies que han sido enterrados vivos.

En su investigación y después de muchos peligros y situaciones límites vividas, regresa a Estados Unidos con la fórmula de la droga zombie para su experimentación en laboratorio.La película reproduce la experiencia de Wade Davis, agregando al documental algunos toques de ficción. Se trató de dar el mayor realismo posible a esta película, por lo que se realizó gran parte de ella en Haití, realizando incluso auténticas ceremonias de vudú.

Varios miembros del equipo de filmación se hicieron adeptos a la práctica del vudú y se quedaron en Haití radicados, mientras otros fundaron templos vuduistas a su regreso a Estados Unidos. Por su parte el director Wes Craven sufrió inexplicables apariciones y trastornos, hasta que regresó a Haití para someterse a una “limpieza” en manos de un bokor vudú.

Por último, recordemos el caso de Brandon Lee, la última (hasta ahora) de las víctimas de estas extrañas maldiciones que tienen como protagonistas a quienes en el cine se internan en otros mundos dimensionales.

Brandon Lee, era hijo del célebre y recordado Bruce Lee, el pionero de las películas de artes marciales, creador de un estilo propio de lucha y aceptable actor de la famosa serie “El avispón verde”, como también protagonista de éxitos como “Operación Dragón” y tantos más, que compartió incluso con figuras hoy conocidas como Chuck Norris, que en ese momento recién empezaban a recorrer el camino del cine.

Ya de por sí la muerte de Bruce Lee sigue teniendo aristas inexplicables y a eso se agrega ahora la muerte de su hijo.Brandon Lee se encontraba filmando “El cuervo”, una película que cuenta la historia de un justiciero que regresa de la muerte para vengarse de sus asesinos. En una de las escenas el joven actor es apuntado con una pistola y se le dispara.

La pistola que -por supuesto- debía estar cargada con balas de salva, inexplicablemente fue cargada con balas verdaderas, lo que llevó a Lee a una muerte casi instantánea.Las investigaciones no dieron ninguna pista que llevara a determinar quien cargó con balas de verdad la pistola y no faltan los que le atribuyen al mismísimo Satanás el hecho.

También están los que aseguran haber visto el espíritu de Brandon Lee rondando los lugares de filmación; tal vez, como en la ficción de la película “El cuervo”; a decidido volver de la muerte para vengarse de su asesino.

Se decia también que el set de "El Cuervo" estaba maldito, porque ocurrieron muchos accidentes. Un carpintero se quemó severamente después de que la grúa en la que estaba subido tocó cables de alta tensión; un escultor que trabajó en el set manejaba su auto y chocó en el taller de escenografía, causando daños severos y otro miembro del staff se resbaló y se encajó un destornillador por su mano, además e un extraño incendio de un camión lleno de equipo… ¿coincidencia?

Incluso la serie televisiva de El Cuervo, no se salvó, el coordinador de dobles, Marc Akerstream falleció en un accidente mientras trabajaba doblando una escena en la que usaban un bote explosivo. Todo trabajaba bien pero cuando hicieron la escena, un trozo delbote explotó, libró un árbol y le pegó a Akerstream en la cabeza. Fue llevado al hospital pero murió más tarde.

Todas estas cintas que analizamos comparten este historial de tragedia, desastre y muerte, evidentemente, a los seres del más allá, a los muertos, a los espíritus y a las criaturas satánicos no les agrada que el mundo del cine se interne en sus dominios, los invoquen y los perturben. Hacerlo es desencadenar fuerzas incontrolables, producir situaciones inmanejables y correr un riesgo que puede llevar, incluso a la muerte.

En el siguiente post, les presentamos los videos de los documentales sobre estos filmes malditos.

No dejen de sintonizarnos.

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