Monday, August 13, 2007

Excentricidades de las Estrellas

Hola a todos, el día de hoy les tenemos un tema bastante divertido y a la vez controversial, las excentricidades y excesos de los famosos.


Desde los inicios del cine, las grandes divas del teatro sirvieron como un modelo a las primeras estrellas del cine mudo. Estos primeros astros de la pantalla de plata enseguida inventaron un modelo de vida que se ha mantenido vigente con el paso de los años. Fueron ellos los primeros que pidieron sueldos millonarios para ponerse delante de una cámara, quienes se instalaron en las fastuosas mansiones de Beverly Hills y los que acostumbraron a ventilar a los 4 vientos su vida privada.


Los primeros ídolos de Hollywood fueron Doglas Fairbanks, Mary Pickford, cuya foto esta a la izquierda, William S. Hart, Norma Talmadge, Rodolfo Valentino y Tom Mix, que se hicieron famosos por sus excentricidades, que incluso fueron a parar en los contratos, donde comenzaron a incluir cláusulas bastante singulares, por ejemplo en el contrato de Greta Garbo, la gran diva, constaba su negativa de hacer apariciones en público, contribuyendo con el halo de misterio que siempre la rodeó.

La época dorada del divismo hollywoodiense fue sin duda en la primera mitad del siglo XX, y especialmente antes de la llegada del cine sonoro, una época en la que abundaban las divas obsesionadas por sentirse por encima del resto del mundo.


Joan Crawford no se quedaba atrás, en el contrato que firmó con la Metro Goldwin Mayer se incluía hasta la hora en que la actriz tenía que irse a dormir. Otra famosa actriz, Clara Bow, exigió a la Paramount que ningún técnico usara palabrotas en su presencia mientras que el estudio le ofrecía un bono extra si no protagonizaba ningún escándalo en su vida privada. ¿Cómo ven?



Billy Wilder parodió con acierto el aura de misterio que envolvía a estas divas en “El Crepúsculo de los Dioses” (1950), donde Gloria Swanson encarna a Norma Desmond, arquetipo de estrella del cine mudo destrozada por la llegada de los talkies. Entre las múltiples excentricidades de Norma nos podemos encontrar con el luto que mantiene tras la muerte de su chimpancé, para el que quiere un funeral en toda regla.


Sin embargo, todo esto no significa que en la segunda mitad del siglo pasado, y en la actualidad, no tengamos una buena remesa de bichos raros. Elvis Presley, una vez entrada en su fase kitsch de trajes blancos y lentejuelas tenía como costumbre hacer volar su televisión en pedazos pegándole un tiro cada vez que daban un programa que no era de su agrado. Nick Nolte tiene por costumbre inyectarme hormonas de crecimiento humano directamente al estomago, y disfruta paseando por la calle en pijama.


Anne Heche, ex-compañera sentimental de Ellen DeGeneres, admite que durante muchos años se creía que su nombre era Celeste, y que era la reencarnación de Dios. Y de Keith Richards (de los Rolling Stones) se rumorea que cada año va a Suiza a cambiar por completo toda la sangre de su cuerpo.


Pero algunos de ustedes se preguntarán, de dónde salió este rollo del llamado star system que endiosó a las estrellas de Hollywood. Fue D. W. Griffith, padre del cine de ficción, quien empezó a firmar sus películas y a colocar a los actores en los famosos créditos. Gracias a esa iniciativa, los actores comenzaron a ser conocidos, generándose una demanda por parte del público.


Los estudios vieron la oportunidad de crear un método de promover y fabricar sus propias estrellas. Los estudios seleccionaban a algún actor o actriz prometedor y joven y creaban personalidades para ellos, creando nombres e incluso algún pasado exótico y algunos ejemplos de actores creados por el star-system fueron: Cary Grant (nacido como Archie Leach), Joan Crawford (nacida como Lucille Fay LeSueur) y Rock Hudson (nacido como Roy Harold Scherer Jr.).

El star system ponía mucho enfasis en la imagen del artista más que en el talento, tenia que ver la voz, les daban lecciones de canto y baile además de clases de actuación, todo era parte del régimen. Las damas no podían salir nunca de casa sin maquilaje y ropa costosa y de moda mientras que los hombres eran vistos en público como todos unos caballeros aunque no fuera cierto en su vida privada.

Junto con los ejecutivos, personal de relaciones públicas y agentes, trabajaban juntos con el actor para crear su personalidad estelar, para que pudieran de alguna manera ocultar incidentes o estilos de vida que dañarían su imagen pública. Era común por ejemplo arreglar citas entre actores y actrices solteros para generar publicidad, sobre todo si a alguno se le iba la manita o era homosexual (como en el caso de Rock Hudson, Tab Hunter, y otros).


Los tabloides y columnas de chismes a veces eran informados y los fotógrafos aparecían para capturar el momento de la cita. Al mismo tiempo, el uso de drogas de alguna estrella, como en el caso de Robert Mitchum, arrestado por posesión de marihuana, o los problemas de alcoholismo, dirvorcio o adulterio serían cubiertos con mucho dinero o promesas de historias exclusivas a los periodistas de chismes, cosa que ya no pasa en la actualidad.


En el caso de estrellas más recientes de Hollywood, como Sylvester Stallone incluye siempre una clúsula en su contrato donde debe mostrar sus pectorales desnudos en todas las películas que protagonizaba. Sara Montiel exigía siempre colocar un filtro vaporoso en todas las cámaras de televisión antes de ser entrevistada.

Y si esto les parece raro, chequen lo que hace Jim Carrey, quien envía tres veces por semana a su perro labrador, Hazel, a un masajista profesional para terapias caninas antiestrés... ¡Qué vida de perros!

En su primera boda, la actriz Angelina Jolie fue vestida de cuero negro e hizo un juramento de sangre con su marido. ¿Qué le espera a Brad Pitt con una esposa tan extravagante?

Y qué opinan de esto: Demi Moore y Claudia Schiffer se lavan el pelo sólo con agua Evian.


Eso sí, quien se lleva el premio al mayor excéntrico es Howard Hughes, productor de varias películas durante los años 30, 40 y 50. Hughes, más famoso por sus logros en la aviación que en Hollywood, pasó los últimos días de su vida recluido en habitaciones de hoteles de todo el mundo, horrorizado ante la idea de entrar en contacto con los gérmenes del mundo exterior. Entre sus múltiples excentricidades se encontraban su obsesión por guardar toda su orina en botes, no cortarse las uñas nunca, y utilizar cajas de Kleenex como zapatos.


Como pueden ver, las excentricidades de los famosos rebasan la imaginación, y parece ser un requisito en estos días ser famoso y tener alguna manía rara o peticiones fuera de lo común en sus contratos.


Esta y más información del mundo del cine podrán escucharla en los lunes de Curiosidades Fílmicas de la Dimensión Alterna, de 1 a 2 por Radio Creswin.

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