
La cruzada contra el crimen emprendida por Bruce Wayne (Christian Bale) poco a poco ha ido dando resultados y el trabajo de Batman junto con la Unidad de Crímenes Mayores bajo el mando de Jim Gordon (Gary Oldman) tiene prácticamente acorralados a los Capos de la Mafia de Ciudad Gótica, aunque siguen sin lograr darle el tiro de gracia al Crimen Organizado.
El hampa se encuentra en una situación desesperada y en su desesperación recurren a The Joker (Heath Ledger), quien les propone hacerse cargo de Batman, a cambio de una jugosa tajada.
A partir de aquí, The Joker literalmente toma el mando de la cinta y su presencia va adquiriendo proporciones grotescas a medida que avanza el desarrollo de la historia. The Joker se transforma una fuerza de la naturaleza, un individuo sin reglas, miedos o inhibiciones, la anarquía encarnada, el caos por el placer del caos y con una mente en la que sin método ni objetivos todo es posible, en resúmen: un personaje fascinante.
Heath Ledger asusta desde su risa hasta su forma de moverse, haciendo de este villano lo más memorable de la cinta.

Una de las cosas que a su servidora no le agradó y por lo cual no pondría un 10 a la cinta fue el personaje de Rachel, le faltó fuerza interpretativa y lucía algo tiesa y forzada en algunas escenas. Otro personaje que siento no despegó fue el del Alcalde, interpretado por un Anthony García que aparecía demasiado nervioso y en el poco tiempo que tiene en pantalla es difícil que logre sacarle partido a su personaje.
Algo que les puedo decir es que si les gustó Batman Begins, amarán The Dark Knight, una cinta no apta para los débiles de corazón, llena de emociones, dilemas morales y mucha acción.
¡Hasta el próximo post!
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