
Ah los amigos imaginarios... ¿Quién no tuvo alguno durante su infancia? Ese ser con quien compartíamos horas de diversión y nuestros más preciados secretos. Un fenómeno a veces incomprendido por los adultos, quienes escépticos desechan la idea como una etapa en el crecimiento de sus hijos, un capricho o una forma por demás inocente de llamar su atención. Pero a veces, tener un amigo imaginario no es tan inocente como parece...El pasado viernes se...